
Un
día decidí no esperar las oportunidades, sino
irlas a buscar yo misma. Y
así después de tanto, un
día como cualquier otro
decidí triunfar.
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad para ser feliz.
Descubrí que mi
único rival eran mis propias debilidades.
Aprendí que lo
difícil no es llegar a la cima, sino jamas dejar de subir. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario